miércoles, 22 de mayo de 2024

Felipe Quispe Huanca vivirá por siempre

  Posesionó la idea de las “dos Bolivias”; Felipe se consideraba El Mallku de la Bolivia clandestina, que tenía la cara de poncho, pollera y ojotas.


David Ali Condori  Sociólogo

“Si los q’aras van al cielo junto con los indios cristianizados, en el cielo habrá guerra fratricida; pero si los q’aras van al infierno junto con los indios pecadores, en el infierno habrá guerra…”. Así escribía Felipe Quispe (El Mallku) cuando publicaba su texto: Mi Captura, en el año 2007. Sin embargo, el día martes 19 de enero del presente año, el máximo líder de los pueblos indígenas se fue de este mundo. Al saber esta ingrata noticia, la Wiphala se puso triste, los pututus lloraron y los aymaras y quechuas se sintieron huérfanos. 

Un cóndor emprendía el vuelo en alto, era el espíritu rebelde El Mallku. Su presencia física ya no estará más con nosotros, pero su pensamiento y su legado vivirán por siempre, así como el de Tupak Katari, Pablo Zárate Willka y de otros héroes que han dado su vida por la causa de los pueblos indígenas.

 En su nombre se levantarán muchos pueblos, pues nadie podrá parar el camino de la liberación allanado por El Mallku. La semilla de la rebeldía está sembrada en la tierra fértil de la juventud aymara-quechua, quienes seguirán pensando y luchando contra todo yugo de dominación para constituir un mundo para todos. 

En ese sentido, el presente artículo de opinión tiene por objetivo hacer un homenaje al líder histórico de los pueblos indígenas; asimismo rememorar la trayectoria política, ideológica y académica de Felipe Quispe.

La trayectoria de Felipe Quispe   

El Mallku fue un gran líder de la rebelión india, al igual que Tupak Katari, Bartolina Sisa, Gregoria Apaza, Pablo Zárate Willka y otros. Su lucha se caracterizó desde la guerrilla, hasta la apuesta por la democracia representativa, tal como fue con su partido político, el Movimiento Indígena Pachakuti (MIP) y su última candidatura a la gobernación de La Paz.

Fue promotor del Ejército Guerrillero Tupak Katari (EGTK) y cuando cayó preso en la década de los 90,  con mucho ahínco decía a la periodista Amalia Pando: “A mí no me gusta que mi hija sea la empleada de usted”. Estas palabras calaron profundo en la subjetividad de los “indios”, quienes han despertado para constituirse en sujetos políticos de transformación en Bolivia.   

Asimismo, cuando era secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, encabezó grandes levantamientos indígenas en Bolivia, no sólo como actor, sino también como ideólogo del pensamiento indianista-katarista.

Posesionó la idea de las “dos Bolivias”, al igual que Fausto Reinaga. Felipe se consideraba El Mallku de la Bolivia clandestina, que tenía la cara de poncho, pollera y ojotas. Y en varias ocasiones trató de reeditar el cerco de Tupak Katari de 1781 a la ciudad de La Paz y así buscar el respeto a los pueblos y naciones milenarias. 

Los levantamientos indígenas encabezados por El Mallku tendrían su cúspide en octubre de 2003, en la denominada guerra del gas, que terminó con la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada y la elaboración de la agenda de octubre. Producto de esa lucha, Felipe Quispe escribió su diario de la huelga de hambre, bajo el título: La caída de Goni. En el mencionado texto muestra las estrategias de lucha, como el plan “pulga”, “sikititi” y “taraxchi”; de los cuales sólo se habría ejecutado el primero.

Estos hechos han generado condiciones para la realización de la Asamblea Constituyente, así como la llegada de Evo Morales a la presidencia de Bolivia en 2006. Aunque, el Movimiento Al Socialismo  nunca supo reconocer el papel histórico de Felipe Quispe. 

El Mallku no sólo era el líder de los grandes levantamientos indígenas en Bolivia del siglo XX y XXI (como fue durante el gobierno interino de Jeanine Añez), sino también era un brillante historiador y escritor. 

El coraje de Felipe estaba acompañado de la pluma rebelde que le permitió escribir varios textos, tales como Tupak Katari vive y vuelve… carajo, El indio en escena, Mi captura y , La caída de Goni, entre otros. Estas obras, con toda seguridad, trascenderán la linealidad del tiempo y las próximas generaciones las seguirán leyendo, así como lo hacen con las de Fausto Reinaga. 

Su pensamiento estuvo centrado en el horizonte del autogobierno indio, ya que a los otros (mestizos-criollos) los consideraba como “inquilinos”. Él nunca perdió las esperanzas de reconstruir el Qullasuyu, por eso no se consideraba boliviano. Sus textos reflejan la polaridad indio-q’ara, donde hay una lucha permanente, que en ciertos momentos históricos se acerca a una guerra civil, así como fue en octubre-noviembre de 2019. 

Asimismo, en los últimos años, Felipe Quispe era docente de la Carrera de Historia de la Universidad Pública de El Alto (UPEA); no fue un simple docente secular como muchos en el sistema universitario, sino un profesor orgánico comprometido con la transformación de las viejas estructuras coloniales. 

Alguna vez dijo que  la UPEA estaba formando a los estudiantes para gobernar el país. Con ese desafío impartía las clases de historia de los vencidos, que muchas veces es ignorada por la historiografía oficial.

A manera de conclusión 

Para concluir, queremos señalar, la partida de Felipe Quispe deja un gran vacío de liderazgo en el mundo indígena, pues en la actualidad no hay alguien de su talla, tal como fue El Mallku, un ideólogo, pensador, formador y actor; consecuente con sus principios hasta su muerte. 

No detentó el poder como dominación, sino que lo buscó  para la liberación de los pueblos. Pasarán muchos años para que surja otro líder histórico, pues el pueblo parirá desde sus entrañas para seguir encaminando su proyecto hacia una comunidad de la vida. 

Sin embargo, el espíritu combativo y el  legado de Felipe Quispe vivirán por siempre en la subjetividad de los pueblos indígenas. Muchos se levantarán en su nombre, así como juraron en el día de su entierro en Achacachi y Ajaria.

Originalmente publicado en enero de 2021 en el periódico Página Siete  

ESTE MUNDO-SAVIA ANDINA


 

|OPINIÓN| La política como lucha: disyuntivas de Morales y Arce |David Ali Condori|

 David Ali Condori

En otros tiempos era impensable la disputa por el liderazgo en el MAS; Evo Morales se constituía como el líder único e indiscutible. Nadie podía hacer sombra a la imagen del líder indígena ya que encarnaba el denominado “proceso de cambio” y su reelección indefinida parecía inminente tal como en otros países de gobiernos de tendencia izquierdista, como Nicaragua o Venezuela.

Pero en el actual contexto: ¿Por qué hay disputas de liderazgo en el MAS? ¿Qué diferencias y similitudes existen entre el liderazgo de Evo Morales y Luis Arce? ¿Cuál es el papel de la derecha en este nuevo contexto político? Estas y otras cuestiones abordaremos en el presente documento.

La política moderna en la que está inmersa la Bolivia Plurinacional, tuvo sus orígenes en Europa y Estados Unidos; su fundamento es la “lucha” por el poder. Aquí no hay igualdad ni consenso, sino competencia, en la que unos ganan y otros pierden, unos mandan y otros deben obedecer. Su lógica está basada en los aportes de Thomas Hobbes, “homo homine lupus”, el “el hombre es el lobo del hombre”, por tanto, el ser humano es malo por naturaleza y la política es una lucha permanente por el poder.

En esta contienda, según el pensador francés Maurice Duverger, los detentores del poder gozan de honores, prestigio, beneficios y placeres. La dominación lleva a la libido de quien manda y espera obediencia de los demás. Así más o menos se reproduce la política tanto en la izquierda como en la derecha, incluso en las organizaciones sociales. 

En consecuencia, el poder subsume a quienes llegan a gobernar, tanto en sociedades complejas como en simples. Aunque estamos conscientes de que hay otras formas de hacer política, por ejemplo, la de las comunidades indígenas, en la que el poder yace en las bases y no se expropian sus decisiones de las mayorías. Sin embargo, esto no repercute en la macropolítica, e incluso en las organizaciones sociales contemporáneas, no tiene casi ninguna relevancia.

En ese contexto, Evo Morales desde su primer Gobierno tuvo que remar bajo esta lógica de la política moderna; la descolonización y la democracia comunitaria solo fueron remozamientos para legitimar su gestión. Todo iba bien, tenía un control hegemónico de las diferentes reparticiones del Estado y organizaciones sociales. Hasta que en 2019, el movimiento urbano dirigido por la oligarquía cruceña lo derrocó, lo cual llevó a una nueva configuración de la política boliviana, es decir, un antes y un después del poder del MAS.

La primera etapa del denominado “proceso de cambio” cierra en 2019 con la caída de Morales. Y surge una etapa de transición a cargo del gobierno de Jeanine Áñez, que no tuvo éxito. Sin mayores proyecciones y sumido en actos de corrupción, preparó el nuevo advenimiento del MAS en las elecciones generales del año 2020. La derecha boliviana todavía no comprende que la realidad es dinámica y cambiante, por lo que no revisa sus viejos postulados de “dejar hacer y dejar pasar”.

Entre tanto, surge la segunda etapa del “proceso de cambio”, con otro actor principal. Luis Arce es el nuevo protagonista, no habla mucho de descolonización, pero es militante de la izquierda, aunque en los hechos parece más un tecnócrata. A diferencia de Evo Morales, quien es “apasionado” y “emotivo”, Lucho es lo contrario, no es carismático y no siempre está en los medios de comunicación. En ese sentido, en su personalidad difiere de su antecesor, lo cual para algunos sectores sociales es muy aceptable.

En este nuevo escenario se produce la disyuntiva; ahora la lucha política en Bolivia es MAS contra el MAS, los “renovadores” y los “radicales” enfrentados por el poder. Probablemente no haya muchas diferencias ideológicas ni programáticas, ambos convergen con la izquierda y secundariamente con la cosmovisión de los pueblos. La lucha real es por el poder y sus privilegios, el control de la sigla del MAS es un medio que conduce a ese objetivo.

Lucho se siente el nuevo líder que aglutina a las principales organizaciones sociales del país y Evo Morales no asimila estar fuera del poder. El primero tiene el control del Estado, mientras el segundo arma su trinchera desde Chapare. Este hecho nos hace pensar que estamos en las vísperas de la una tercera etapa del “proceso de cambio”, en la que ya no se discute el proyecto del país o las políticas sociales a favor de los sectores populares, sino solamente se reduce a la simple lucha por el poder.

El MAS está perdiendo el carácter popular que tuvo en su momento, que recogía las principales demandas de las organizaciones sociales. En la actualidad es un partido político pragmático sin mayores proyecciones de cambio, mientras la crisis económica ya es más que una sola amenaza.

David Ali Condori es sociólogo.   

Lo que se sabe sobre el choque de helicóptero en el que murió el presidente de Irán

 La muerte del presidente de Irán, Ebrahim Raisi, tras la caída del helicóptero en el que viajaba ha causado conmoción en el mundo islámico y entre sus socios. ¿Qué se sabe hasta el momento? Aquí lo detallamos.

El choque de un helicóptero que mató al presidente iraní y otros funcionarios del país causó conmoción en toda la región.

Medios estatales iraníes dijeron el lunes que el presidente, Ebrahim Raisi, el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, y otros fueron encontrados muertos en el lugar tras varias horas de búsqueda en una región montañosa y envuelta en niebla en el noroeste del país.

¿Quiénes iban a bordo del helicóptero y hacia dónde se dirigían?

El helicóptero transportaba a Raisi, a Amirabdollahian, al gobernador de la provincia iraní de Azerbaiyán Oriental y a otros funcionarios y guardaespaldas, según la agencia de noticias estatal IRNA.

Raisi regresaba el domingo de un viaje a la frontera de Irán con Azerbaiyán para inaugurar una presa con el presidente azerbaiyano Ilham Aliyev cuando se produjo el siniestro en el bosque de Dizmar, en la región iraní de Azerbaiyán Oriental, en circunstancias que no estaban claras.

IRNA dijo que en total habían muerto ocho personas, incluidos tres tripulantes del helicóptero Bell, que Irán adquirió a principios de la década de 2000. En Irán faltan piezas para aeronaves, que a menudo vuelan sin comprobaciones de seguridad, debido a las sanciones occidentales. Por eso, el exministro iraní de Exteriores Mohammad Javad Zarif intentó culpar a Estados Unidos del siniestro.

¿Cómo fue el operativo de búsqueda?

Funcionarios iraníes han declarado que el terreno montañoso y boscoso y la espesa niebla obstaculizaban las operaciones de búsqueda y rescate, que comenzaron el domingo. El presidente de la Media Luna Roja iraní, Pir-Hossein Koulivand, dijo que 40 equipos de búsqueda estaban sobre el terreno en la zona a pesar de las “difíciles condiciones meteorológicas”.

El mal tiempo hacía "imposible realizar búsquedas aéreas” mediante drones, dijo Koulivand, según la IRNA.

¿Cómo se encontró el lugar del siniestro?

Las autoridades turcas publicaron el lunes de madrugada lo que describieron como imágenes de dron que parecían mostrar un incendio en un paraje deshabitado que “sospechaban eran los restos de un helicóptero”.

Las coordenadas mostradas en el video situaban el incendio a unos 20 kilómetros (12 millas) al sur de la frontera entre Azerbaiyán e Irán, en la ladera de una montaña escarpada.

Imágenes publicadas el lunes por IRNA mostraban lo que la agencia describió como el lugar del siniestro, ante un valle empinado en una cordillera verde. En el video se oía a soldados hablando en el idioma azerí local que decían “ahí está, lo encontramos”. Poco después, un texto en la pantalla de la televisora estatal indicaba que “no hay indicios de vida de las personas a bordo”.

¿Cómo podría afectar a Irán la muerte de Raisi?

Raisi estaba considerado como un protegido del líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, y un posible sucesor para su puesto dentro de la teocracia chií del país. Según la Constitución iraní, si el presidente muere, el primer vicepresidente del país —en este caso, Mohammad Mokhber—, se convertiría en presidente. Jamenei ha asegurado públicamente a los iraníes que no habría “ninguna perturbación en el funcionamiento del país” como consecuencia del choque.

¿Cuál ha sido la reacción a nivel internacional?

Cuando se conocieron las primeras noticias sobre la operación de búsqueda, países como Rusia, Irak y Qatar emitieron declaraciones formales expresando preocupación sobre el estado de Raisi y ofrecieron ayudar en las operaciones de rescate.

Arabia Saudita, tradicionalmente rival de Irán aunque ambos países se han acercado recientemente, también expresó su preocupación en un comunicado y dijo que “está con Irán en estas difíciles circunstancias”.

Las condolencias empezaron a llegar después de que Irán confirmara que no había sobrevivientes del choque. La vecina Pakistán anunció un día de luto y el primer ministro indio, Narendra Modi, dijo en una publicación en X que su país “se alza con Irán en este momento de dolor”. Los líderes de Egipto y Jordania también transmitieron sus condolencias, al igual que el presidente de Siria, Bashar Assad.

El presidente de Azerbaiyán, Ilhan Aliyev, dijo que su gobierno y él estaban “profundamente conmocionados”.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, transmitió sus condolencias. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, describió a Raisi como “un verdadero amigo de Rusia” en un comunicado publicado por el Kremlin.

No hubo reacción oficial inmediata por parte de Israel. El mes pasado, tras un ataque israelí contra un edificio consular iraní en Damasco en el que murieron dos generales iraníes, Teherán lanzó cientos de misiles y drones contra Israel. La mayoría fueron derribados y, al parecer, las tensiones entre ambos países se han calmado desde entonces.

Fuente: https://www.vozdeamerica.com/a/lo-que-se-sabe-sobre-el-choque-de-helicoptero-en-el-que-murio-el-presidente-de-iran/7619130.html

SOCIOLOGÍA POLÍTICA EN LA ZONA 16 DE JULIO [OPINIÓN]

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